Lo que les voy a contar nos pasa a todos y considero que ya era hora de dejarlo reflejado en una Opinión Perverta.
En algunas ocasiones cuando nos encontramos caminando hacia nuestro destino por una calle poco transitada vemos en la cercanía mediata a otro transeúnte que mantiene una velocidad de paso similar a la nuestra. En ese momento surge una situación un tanto incómoda ya que debemos decidir si lo superamos en velocidad, emulando a un piloto de fórmula uno, o bien reducimos el paso al del andar de un anciano para dejar que el transeúnte se aleje y nos gane la partida. ¿Porqué hacemos esto? simplemente porque no queremos caminar en paralelo con un desconocido. La estupidez del ser humano no tiene límites y este es un claro ejemplo, nos repelemos como cuando juntamos imanes por los polos opuestos. Existe una barrera cultural que nos indica que ese límite no puede ser sobrepasado... ¡de ninguna manera! ¡nunca jamás!
Las técnicas principales aplicadas para saltarnos este problema son dos:
1) Acelerar el paso y sobrepasar al transeúnte (esto nos genera un grato sentimiento de superioridad).
2) Ralentizar el paso y dejar que el transeúnte aumente la distancia con respecto a nosotros (esto nos hace sentir como unos perdedores y tal vez lo seamos si utilizamos esta opción).
Si eres una persona que busca emociones fuertes, te sugerimos las siguientes técnicas para aplicar en estas situaciones:
1) Acelerar el paso, sobrepasar al transeúnte y ponerse delante volviendo a la velocidad anterior, haciendo que el transeúnte tenga la misma diyuntiva que nosotros antes de hacer el movimiento... el transeúnte pensara: "este tipo me paso! ¿lo paso o no lo paso? ¿no quedará mal que ahora lo pase yo? que hijo de puta me siento un perdedor!".
2) Doble Nelson: si tu eres el incauto que recibe la técnica número 1, tienes que tener los huevos suficientes para aplicársela a tu rival nuevamente. Probablemente desista y ralentice el paso, transformándose en el perdedor.
3) Ralentizar el paso si estamos nosotros delante del transeúnte y en el momento en que esté a punto de pasarnos pegar un acelerón. Esto desconcertará al rival haciéndolo tambalear o en el mejor de los casos generándole un sentimiento de imbecilidad infrahumana.
4) La mejor de todas: poné huevos y camina en paralelo, si el transeúnte acelera... acelerá, si el transeúnte ralentiza, ralentizá! serás el rey del asfalto.
Como verán el tema da para mucho y nos dejamos muchas casuísticas, pero ya no tengo ganas de escribir más sobre esto...
Para cerrar con onda esta opinión los dejo con la gran frase y título de canción de los idiotas de Green Day que nos deja mucho que pensar...
"I walk alone" (yo camino solo).
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